Según publica 'Sky News', en su tercer mordisco empezó a sentir un extraño sabor: 'Estaba muy amargo. Al pegarle un mordisco en otra parte de la hamburguesa sentí un extraño caucho. Y lo vi colgando de mi boca'.
Llegó a hacerse la prueba del sida tras el escabroso suceso. El encargado del restaurante declinó hacer ningún comentario sobre lo sucedido.
Casualmente, este año Burger King celebra su 50 aniversario.
El chico ya ha anunciado que emprenderá acciones legales contra el restaurante, ubicado en Rutland (Vermont), por daños y perjuicios.
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