LEY DA GRANDES BENEFICIOS A TRASNACIONALES DE COMIDAS RAPIDAS

Esta nota me indigna enormemente, ya que mientras a los trabajadores nos exprimen hasta el último centavo, a las trasnacionales no las tocan ni con algodón:
A pesar de los beneficios que la Ley de Incentivo al Turismo les otorga, las empresas transnacionales, propietarias de las comidas rápidas, insisten en hostigar y en algunos casos, violentar los derechos laborales de sus empleados y remunerarles con una miseria que no es acorde a la crítica situación económica que vive el país.

Muchos son los vejámenes que los trabajadores que laboran para los restaurantes de comidas rápidas, particularmente los empleados de Burger King, han denunciado a este medio de comunicación, entre otras situaciones, el maltrato verbal que reciben a diario, sobre todo a aquellos empleados que llevan varios años de laborar en la empresa INTUR.

“Pensamos que la forma en cómo nos tratan no nos importaría si al menos recibiéramos un salario digno que nos ayude mejor con nuestras familias”, dijo uno de los empleados que labora en uno de los Burger King de Tegucigalpa.

Y es que los empleados no desconocen que en el país se les da a las empresas de comidas rápidas una serie de “favores “, tampoco desconocen que entre los beneficiarios se encuentra la empresa Industrias Turísticas INTUR, compañía que es dueña de Burger King, Church´s Chicken, Litlle Caesa´r, Baskin Robbin, Popeyes y Pollo Campero y cuyos propietarios invocaron el fomentar del turismo, por lo que fueron exonerados del pago de impuestos en el país.

Libres del pago de impuestos

La primera ley que se aprobó para fomentar el turismo fue la de Zonas Libres Turísticas, misma que exoneraba durante veinte (20) a las empresas de este rubro del pago de impuesto sobre la renta.

En la misma ley se les excluía del pago de impuestos municipales durante diez (10) y demás tributos que causa la importación de los bienes y equipos nuevos necesarios para la construcción e inicio de operaciones de los proyectos.

“Pero desgraciadamente se estaba dañando a las municipalidades que dejaron de percibir impuestos durante 10 años por ese beneficio y tenemos municipalidades que son muy pobres” manifestó a Revistazo.com Claudia Moir, Asesora Legal de la Secretaría de Turismo y quien agrega que esa fue una de las causas que propició las reformas a la citada Ley.

Fue entonces cuando se determinó por derogar la Ley de Zonas Libres Turísticas y aprobar bajo decreto 314-98 la Ley de Incentivo al Turismo, misma que fue publicada en abril de 1999.

Con la nueva ley, a las empresas se dejó de exonerar el impuesto municipal y de 20 se redujo a 10 años el periodo durante el cual no cancelarían el impuesto sobre la renta y el permiso para introducir materiales para su negocio, libre de impuesto.

Sin embargo y pese a que la cantidad en años para los beneficios se redujo, las autoridades competentes en esta materia se vieron enfrentadas a otro problema, pues muchos negocios que no tenían nada que ver con el fomento al turismo, estaban logrando su inclusión en la ley.

Es así que el 5 de junio del 2002 se determina excluir de los beneficiarios de la ley, a las empresas de alimentos y bebidas, de igual forma al transporte terrestre y a los centros educativos en materia de turismo. Sin embargo las empresas de los tres rubros anteriores que ya se habían acogido a la ley, seguirían gozando de los beneficios.

Asesinato de pequeños negocios de comidas rápidas del país

Ese es el título de uno de los comentarios que Maritza Berlioz escribió en un diario de Tegucigalpa, en alusión a la situación caótica que ella describe y que ha tenido que vivir con Burger Hut, un negocio de hamburguesas de su propiedad y con la que denomina “competencia desleal”, pues ella contrario a las comidas rápidas extranjeras, sí paga impuestos.

“Cuando yo quise obtener los beneficios de esa ley, me dijeron que era solo para los negocios nuevos y que si quería los beneficios que abriera uno nuevo, yo no tenía capital, cómo iba a hacerlo”, recuerda Berlioz.

Berloz asegura que durante esos años, muchos dueños de comidas rápidas nacionales intentaron obtener los beneficios de la ley, sin embargo a todos se les hizo imposible su inclusión.

“Lo injusto es que debe haber equidad de ley, yo he escrito al Congreso, he ido ante los diputados y están de acuerdo que debe ser equitativa la ley, que si nosotros pagamos, que ellos paguen, y que si ellos no pagan que no paguemos los demás”, agrega la entrevistada.

Aunque ya transcurren varios años desde que la Ley de Incentivo al Turismo entró en vigencia y a que las empresas que se acogieron reciben sus beneficios, los negocios de comidas rápidas como el que Berlioz tiene, aún siguen sintiendo en carne propia los estragos de la falta de equidad.

“Deberían de haber permitido que nosotros, los que ya existimos, yo tengo 34 años de existir y así hay quienes existimos hace tiempo, se nos de exoneración pues nosotros al pagar impuestos tenemos que dar nuestro producto más caro que ellos que no pagan nada al Estado”, se lamenta.

Al finalizar la entrevistada hizo alusión a lo que para nadie es desconocido, “esos millonarios con beneficios no cumplen con las normativas de la Secretaría del Trabajo puesto que constantemente se conoce de casos en donde ni lo que la ley establece quieren pagarle a sus trabajadores, lo que nos parece injusto”.

Berlioz hace un llamado a las autoridades de este país para que reformen esas leyes que en lugar de beneficiar a los hondureños, los perjudica y los condena, como cita la entrevistada en su artículo, a un asesinato masivo.

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